Hace relativamente poco, volví de vakas (dícese de unas vacaciones). Estuve de relax en las sierras de cazorla, segura y las villas en un espléndido camping con mi novia…y los suegros…
Y los primos y los agregados…Me explico: Los primos son los primos (entíendase del mismo lazo sanguíneo), y los agregados somos mi “prima” y yo. Digo agregados por no decir casados, pero bueno, eso es otra cuestión.
Gracias a esta distensión ofrecida por tal acogedor paraje natural, decir que he podido “romper el sistema” y aislarme en sociedad (paradoja incluida).
He podido escudriñar y ajustarme el zoom, he creado una nueva visión, una perspectiva lejana para muchos y accesible para pocos.
Y perdonad que os diga…pero me he partido el culo…de algunas personas (sin ánimo de ofender) y JUNTO CON muchas personas.
Infidelidades, Amores nocturnos, Sexo desenfrenado, Drogas a porrillo…
Un cóctel demasiado grande para el perímetro del camping…
Pero he aquí la cuestión, de eso no voy a hablar en este post. Ya os contaré ese handicap en otra ocasión.
Porque a las 11 de la mañana de una mañana cualquiera (exactamente el día antes de mis vacaciones) corriendo y sin pensar, cogí mi coche y me dirigí hacia la casa de un amigo.
Lo desperté, y sí, realmente le jodí, pero se aguantó y se vino conmigo.
Antes de abandonar nuestra Vega (dícese de la Vega Baja) para adentrarnos en otros lares, tuve que hacer un ceda el paso – doble fila en el Mercadona.
Tenía que comprar condones para el viaje.
Le dije a mi buen colega, que me esperara dentro del coche, y si alguien se queja pues eso, que lo aparte, lo normal vamos en esos casos.
Ya al salir me percaté en milésimas de segundo de la situación que acontecía…
El Mercadona repleto de gente, y yo iba a comprar una caja de condones, solamente. También, en esa milésima, mi mente se relajó al pensar…quizás no haya cola en las cajas…
Pero para cuando quería darme cuenta, estaba plantado en la cola más larga con la caja de condones en mano. Adultas/os, jóvenes, niñas/os distraídos y abstraídos de la realidad que los rodeaba…o sea, Yo con mis condones.
No lo pensé, porque si lo hubiera pensado, no lo hubiera realizado.
Enseñé a diestro y siniestro los condones a los miembros del lugar…hasta que un par de ademanes más con la mano sosteniendo los condones (es decir, mira, que sí, son unos condones sólo, me dejas pasar ¿no?) me planté delante de la persona encargada del cobro (dícese cajera) En cuestión de abrir y cerrar mi ojo miope, estaba de camino hacia el coche descojonado de la risa.
Consecuencias directas para los miembros del lugar: sorpresas, timidez, carcajadas, sonrojos…
Consecuencias indirectas (sólo para adultas/os y jóvenes del lugar): Quizás en esos momentos conformaron una creencia errónea…
No, no los usé en cuanto los compré, me fui con mi amigo al Sprinter de Torrevieja a comprarme unos zapatos.
P.D: Los usé al día siguiente.
1 comentario:
Jajajaj... es marca FARMACOTON....son una verdadera leyenda...xDxD
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